Haz tu propio desatascador de tuberías casero. Puedes utilizar el truco una vez cada tres meses, como mantenimiento, para prevenir atascos mayores. Haz lo siguiente:
Echa una medida de bicarbonato en el desagüe. Seguidamente tira dos medidas de agua hirviendo, de esta manera empezarán a disolverse los restos de grasa. Pasados unos 5 minutos tira nuevamente una medida de bicarbonato de sodio, añade una taza de vinagre y tapa el desagüe. Verás que la mezcla provocará una reacción de burbujeo, espuma y cierto ruido. Cuando acabe el burbujeo tira agua hirviendo por el desagüe, para terminar de aclarar los restos. Tus tuberías quedarán limpias!
fuente