El shushi está de moda y es apto para todos los paladares, porque
no sólo ha de ir relleno de pescado crudo.
Si tienes una cena informal en casa con amigos de gustos variados, esta
es una buena manera de contentarlos a todos. ¿Piensas que es
complicado? ¡Qué va!
¡Es mucho más sencillo de lo que parece! 500 gramos de
arroz especial para shushi, 750 centilitros de agua, vinagre de arroz, una cucharada de azúcar, una cucharada de sal y diez hojas de
alga nori. Para el
relleno: salmón o atún fresco, pepino, aguacate, zanahoria, surimi… En realidad puedes rellenarlo hasta de fruta.
El arroz para hacer sushi es de
grano redondo, corto, dulce y con un
elevado contenido en almidón. Se adquiere en supermercados especializados (pregunta por el especial
para hacer sushi. Es un poco más caro, eso sí, pero merece la pena la
inversión). Lo importantes es lavarlo ‘crudo’ con un colador hasta que
el agua salga limpia con el objetivo de eliminar el almidón y que quede
'pegajoso' y fácil de manejar.
Cuece el arroz en
750 centilitros de agua, con la olla bien tapada,
durante 15 minutos, contados a partir de que empiece a hervir.
Deja reposar cuando esté ya hervido otros 15 minutos. Eso sí, no abras la olla ni en el momento en que cueza ni cuando repose. Fundamental.
A continuación se pasa el arroz a un
recipiente amplio, preferiblemente de cristal o cerámica, y se vierte el
vinagre para sushi (vinagre de arroz, una pizca de azúcar y otra de sal), mezclándolo a la
vez que vamos moviéndolo rápidamente para que se enfríe. Es bueno hacer
esto frente a una ventana abierta con el fin de que entre aire y nos
ayude a enfriar el arroz adecuadamente. Tradicionalmente se abanicaba el
arroz para este propósito.
na vez listo el arroz, ya enfriado,
cortamos el pescado y las verduras en tiras finas y alargadas. Ahora extenderemos el arroz en una capa fina sobre el
alga nori (puedes conseguir este alga en tiendas especializadas) colocada
sobre una esterilla de bambú (lo ideal son los típicos mantelitos
individuales de bambú, como el que puedes en la imagen) dejando un borde
de un centímetro libre.
Coloca el pescado y verduras
cerca de un extremo, y enrolla ayudándote de la esterilla (fíjate en la imagen). Cierra el sushi sellando el extremo con un poco de agua.
Cubre con papel de cocina transparente y deja reposar en frío un rato para que se apelmace bien y no tengas problemas al cortarlo.
A la hora de servir corta el rollito con ayuda de un
cuchillo bien afilado, mojado en agua. Límpialo bien con un trapo o papel de cocina entre corte y corte, pero
procura que siempre esté mojado para que no se deshaga el rollito. El
grosor del corte es variable, aunque lo ideal es que tenga un
centímetro o centímetro y medio como máximo.
Sirve el shushi en una fuente acompañado de un poco de
wasabi,
salsa de soja (preferiblemente japonesa, que es más suave que la china) y
jengibre en conserva.
Para comerlo
mezcla una pizca de wasabi en la salsa de soja, mojando cada rollito en esta salsa. Después de comerlo tomamos un poco de refrescante
jengibre.Si
es la primera vez que pruebas el wasabi, te recomendamos que lo hagas
con cautela. No hablamos exactamente de picor, es otra sensación
imposible de explicar si no lo has probado, así que es mejor que ‘midas
tus fuerzas’ primero antes de probar mucha cantidad.