Conscientes de que la protesta ha traspasado fronteras, los indignados de la Puerta del Sol han leído el manifiesto que explica los motivos de su desencanto con el sistema económico y los partidos en varios idiomas
Pero Madrid no es la única ciudad en las que se han producido las protestas. Miles de personas han participado esta noche de la cacerolada más multitudinarias de las que se han celebrado esta semana en la Plaza Cataluña, en un ambiente festivo y sin presencia policial, pese a la prohibición de la Junta Electoral, que es efectiva a partir de las 12 de la noche.
Las miles de personas que permanecen acampadas en la Puerta del Sol han entrado de lleno en la jornada de reflexión. Lo han hecho con un grito silencioso a pesar de lo difícil que era apagar la voz de tantos indignados.
Muchos ya lo advierten: Están en una reflexión colectiva y todo el mundo es libre de acercarse a la Puerta del Sol para pensar, si quiere, a quién va a votar. Están convencidos de que no va a haber desalojo por parte de la Policía que, eso sí, ya ha comunicado a quienes están en la acampada el dictamen de la Junta Electoral.
Con la convicción firme y la defensa de sus argumentos siguen sumando apoyos y desplegando pancartas. Cada vez que descubren una nueva, la acampada estalla en aplausos. Hoy les ha llegado, incluso, un mensaje de respaldo desde El Cairo de aquellos que ya consiguieron cambiar su sistema con su propia concentración.
En las últimas horas se han concentrado tantas personas en la Puerta del Sol que han tenido que ocupar las calles que desembocan en la plaza, usadas como lugar improvisado para las asambleas, ya que en la propia Puerta del Sol se hace imposible mantener cualquier reunión. Por eso decenas de personas han optado por moverse hacia otras plazas de Madrid para mostrar en ellas, de forma pacífica y respetuosa, como lo vienen haciendo hasta ahora, los motivos de su indignación.
La cacerolada de protesta inunda la plaza Cataluña y acaba en batucada festiva
Una gran multitud de indignados han inundado este viernes por la noche la plaza Cataluña de Barcelona con una nueva cacerolada de protesta contra el sistema política y económico que ha concluido en una gran batucada festiva.
Durante dos horas, un ruido ensordecedor ha planeado sobre una plaza que ya empieza a convertirse en un símbolo para quienes reclaman cambios en el modelo de democracia, y que esta noche ha congregado a 20.000 personas, según cifras de los organizadores, y a 8.000, según la Guardia Urbana.
Enarbolando centenares de carteles, los participantes han criticado a los políticos -''No hay pan para tanto chorizo''-, contra las grandes empresas -''Manos arriba, esto es un contrato'', ''Sin casa y sin trabajo y los de arriba con su fajo''-, y contra el sistema democrático -''Le dicen democracia y no lo es'', ''No es crisis, es capitalismo''-.
Cacerolas, llaves, sartenes, cucharas, botellas llenas de piedras, tazas, maracas, tambores y bocinas han sonado fuerte en manos de gente de todas las edades: jóvenes, niños, pero también ancianos.
Joan Hern?ndez, de 85 años, ha explicado a Europa Press que éste es su primer día en la plaza y que acude porque comparte la misma inquietud: "La policía ya nos perseguía cuando pedíamos libertad, amnistía y Estatut, y sigo estando de acuerdo en que continuamos viviendo en un mundo injusto".
Ha insistido en que se ha demostrado que el sistema es injusto, y ha vaticinado la persistencia del movimiento mucho más allá.
Para Jan Maynou, trabajador universitario, también es su primer día, justificando su presencia por el hecho de que "se ha llegado a un límite en que la situación no se pude sostener".
Ha admitido que, en un principio, no daba más importancia al movimiento, pero que durante el paso de los días observó cómo se ha organizado y aglutinado, por lo que ha llamado a la participación "porque, si no, después no tienes derecho a quejarte".
Anna, estudiante de arquitectura, ha relatado que es su tercer día en la plaza, que ya ha pasado una noche al raso junto con otros siete amigos, y que está aquí para expresar su indignación contra los políticos con los que no se siente representada.
Ha explicado que los recortes y la crisis están en todos lados, también en su sector, y que de cara al futuro prevé que para encontrar trabajo tendrán que reinventar su profesión.
Aguantando un cartel en la mano que criticaba los privilegios de los diputados, Oswaldo ha detallado que es el cuarto día que acude porque considera que la crisis afecta a todos y que es necesario unirse para tener fuerza.
"Los de arriba no están chupando la sangre a todos", ha añadido este ex trabajador de la construcción, que lleva diez años en España y que ahora está en el paro.
Sartén en mano, otro asiduo de los últimos días, Juan Manuel, ha remarcado que la crisis la han provocado los bancos pero que la ha pagado la gente, y ha lamentado que el sistema actual sea "exageradamente representativo y nada participativo".
"Esta es una democracia en que el ciudadano sólo tiene derecho a votar quién será el próximo dictador", ha criticado.
La Policía anuncia en Mallorca a través del micro de los manifestantes que no va a intervenir
Tres agentes del Cuerpo Nacional de la Policía han anunciado a través del micrófono utilizado por los manifestantes del movimiento 15M que no van a intervenir en la asamblea que se ha convocado en la Plaza de España de Palma de Mallorca.
Los manifestantes han respondido con gritos de "que se unan, que se unan", "La Policía, con el pueblo" y "Libertad, libertad". También ha habido una minoría que, previamente, les ha llamado "torturadores".