En una sala en Japón se reunen un grupo de personas. Tras la proyección de un vídeo de unos segundos, se empiezan a escuchar sollozos. Durante los siguientes 40 minutos se reproducirá una secuencia de distintos cortos que harán que lo que en un principio era un tenue lamento se convierta en un llanto que envuelva todo el lugar.
Se trata de un evento de rui-katsu o ‘buscando lágrimas’, una terapia japonesa -iniciada en 2013- que busca sacar a flor de piel las emociones de los ciudadanos de un país en el que ocultar los sentimientos está a la orden del día. El secreto de estas sesiones está en hacerlo en grupo: para los participantes, llorar en grupo es la forma de quitarle el componente “depresivo” que consideran que tiene el hecho de llorar a solas.
Llorar, en una terapia o fuera de ella, es algo completamente natural. De hecho, nuestro cuerpo produce más de 100 litros de lágrimas al año. Pero, más allá del hecho de que sea algo intrínseco al ser humano, es beneficioso.
Nuestro cuerpo es sabio y uno de los motivos por los cuales lloramos es para limpiarlo.
Las lágrimas que se producen ante situaciones de estrés sirven para expulsar de nuestro organismo las sustancias que elevan el cortisol, la hormona encargada de generar estrés. Esto, según las investigaciones del bioquímico William H. Frey II, es el motivo por el cual nos sentimos mejor después de llorar. Según sus estudios, nuestro cuerpo expulsa sustancias tóxicas a través de las lágrimas de la misma forma en que lo hace a través de la orina o la sudoración.
Una buena llorera da sensación de alivio y descargar tensiones”
Queda claro que una buena llorera puede proporcionar sensación de alivio y descargar tensiones, incluso cuando el motivo que nos ha llevado a llorar sigue existiendo. Pero, esto no es lo único. También mejora nuestro humor.
Según un estudio de la Universidad del Sur de Florida, llorar puede llegar a ser más beneficioso para mejorar nuestro estado de ánimo que cualquier antidepresivo. El 90% de las personas que participaron en esta investigación aseguraron que, tras haber llorado, se sentían mucho mejor.
Mejora la visiónEse centenar de litros de lágrimas que produce nuestro cuerpo cada año no solo está ahí para ayudarnos a liberar tensiones. Otro de sus objetivos es evitar que nuestros ojos se resequen.
La deshidratación de las membranas de nuestros ojos puede hacer que veamos un poco borroso, pero las lágrimas están ahí para acudir al rescate. Según el Instituto Estadounidense del Ojo las lágrimas se encargan de hidratar, limpiar y deshacerse de las partículas de polvo y suciedad que pueda haber en los ojos.
Mata bacteriasAdemás de limpiar nuestros ojos y mantener la humedad que necesitan, las lágrimas también matan bacterias.
Otro estudio, del Centro de Investigación Toxicológico de Estados Unidos, descubrió que las lágrimas contienen lisozima, una enzima que se encarga de destruir las paredes de las células de las bacterias. Esta enzima se puede encontrar también en la leche materna, el semen, las mucosas y la saliva.
Así que ya lo sabes. La próxima vez que te entren ganas de llorar no te resistas, coge una caja de pañuelos y aprovecha todos los beneficios.
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