Los daños ocasionados por el tabaquismo se pueden reducir gracias a la
ingesta de alimentos que contengan buena cantidad de Omega-3, según lo
sugerido en el Congreso Mundial de Cardiología.
Animales marinos como los mariscos y los pescados azules, además de las
nueces, pueden constituir rica fuente de ácidos de Omega-3, con
excelentes bondades para el corazón, pero también otorgando beneficios
para reducir la incidencia del tabaquismo sobre el organismo.
Luego de un estudio realizado en Grecia, en donde se aplicó un
tratamiento oral que incluía 2 gramos de Omega-3 al día, administrados a
pacientes con índices de tabaquismo, se encontró que a corto plazo se
mejora la rigidez arterial y se modera el deterioro de la pared
vascular.
El marcador de pronóstico de riesgo cardiovascular puede verse
favorecido por la incorporación de esta sustancia cuando el individuo
atiende a la recurrencia en el tabaquismo. La protección para el corazón
se da como resultado de los mecanismos antiateroescleróticos y
antiinflamatorios que el Omega-3 propicia.
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