Casi todo el mundo puede recordar que, durante la visita de Bush a España en los tiempos de Aznar, el entonces ministro de asuntos exteriores Jose Pique saludo al presidente norteamericano con varias inclinaciones de cabeza no poco llamativas. A mi me quedo la duda de si se trataba de un gesto exagerado de sumision o, mas probablemente, de una muestra de cortesia antigua, ya que el señor Pique siempre se ha mostrado como una persona amable y decimononica. Lo que si se es que aquellas muestras escandalizaron a las buenas gentes de izquierda, que hicieron chistes hasta la extenuacion a costa del señor Pique.
Esta anecdota es algo tan pasado que a mi se me habia ido de la cabeza. Pero anoche vi un rato la television y, en ella, una tertulia en la que participaba el coordinador nacional de Izquierda Unida, Cayo Lara. Y, a proposito del rechazo del Congreso a la llamada Ley Sinde, que trataba de adoptar medidas contra las bajadas de Internet, dijo algo que me dejo boquiabierto. Ya se sabia que Estados Unidos habia manifestado sus quejas por el comportamiento de los españoles, que, al parecer, batimos records en el asunto del pirateo. Lo que jamas habia imaginado yo que podria suceder es lo que Cayo Lara hizo publico: que ante la negativa de PP, CIU y PNV a apoyar la Ley Sinde, el gobierno de Zapatero habia pedido al embajador de los Estados Unidos en España que presionara a esos tres partidos para que votaran en favor de la Ley. Cuando lo oi, un servidor se puso rojo de vergüenza. ¿Hasta ahi hemos llegado?