Ante todo, privacidad
La indómita naturaleza noruega se extiende a tu alrededor con su gama de blancos invernales y verdes boreales. Tú te acurrucas en una acogedora habitación, que es, en realidad, una cabaña alejada de
todo ¡hasta del cuarto de baño! El objetivo es hacerte sentir la mayor sensación de privacidad del mundo; por eso, en todo el complejo de Fordypningsrommet, formado por cuatro cabañas de invitados y otras cinco que albergan un aseo, una ducha, una cocina, un estudio y una sauna dramáticamente situada en un muelle, sólo pueden alojarse hasta un máximo de 12 personas.
La idea de concebir así este hotel de lujo surgió de la tradición constructiva local: 'Supongo que la pobreza hizo que las casas de la zona fuesen pequeñas antiguamente, pero lo cierto es que construir algo más grande aquí hubiese sido pervertir el paisaje', explica Håvard Lund, el músico de jazz noruego que está detrás del proyecto. 'Pero lo que más nos interesaba era la intimidad. Hemos trabajado mucho en las cuestiones psicológicas del diseño, y nos hemos dado cuenta, por ejemplo, de que la sensación de privacidad requiere de un espacio muy pequeño'.
'El resultado salta a la vista: pequeñas casas de uso monofuncional que fuerzan al visitante a entrar en contacto con la naturaleza, lo cual es muy positivo. Incluso si necesitas usar el aseo durante la noche ¡tienes que salir!', afirma Lund. La remota isla de Fleinvær, a la que sólo se puede llegar a través de un ferry que parte dos veces al día, pone el extraordinario background.
Aquí no hay tiendas ni coches. Aquí no hay estrés ni animales peligrosos', afirma el músico en la web del hotel. Y nos cuenta: 'Lo que hemos intentado con Fordypningsrommet es crear recuerdos eternos y experiencias transformadoras, y si lees los comentarios de nuestros huéspedes, ¡parece que lo hemos conseguido!' De hecho, el complejo posee una excelente puntuación en todas las plataformas, con reviews que no hacen más que exaltar la estancia.
Durante las vacaciones en Fordypningsrommet, se te invita encarecidamente a... no hacer nada. 'Nos gusta hablar del 'arte de no hacer nada'. Nuestros viajeros no deberían asustarse ante la idea: estamos en uno de los lugares del mundo donde la naturaleza es más asombrosa, y eso es lo único importante', explica Lund. No obstante, si te apetece llevar a cabo alguna actividad más aparte de contemplar la belleza de las auroras boreales desde tu ventana, te ofrecen tours por las islas vecinas y actividades como salidas de pesca, observación de pájaros, recogida de conchas...
Cuando la gente me pregunta si tenemos internet, suelo decir: 'Lo siento, pero sí', bromea Lund. 'El nombre de nuestra red, por cierto, es '¿Realmente quieres hacer esto?', y la contraseña: '¿Estás seguro...?' De hecho, aunque ellos abogan por tomarse la estancia como un detox digital, también recomiendan algunas apps que puedes descargar 'si realmente necesitas usar tu móvil'. Son tres: Sky Guide, que muestra las constelaciones; Marine Traffic, para situar los barcos que se oyen desde el hotel y Flightradar 24, para averiguar adónde van los aviones que salen de la isla.
Por cierto: si eres artista, la estancia en Fordypningsrommet podría salirte gratis. El hotel apuesta por subvencionar la estancia a seis creadores al año durante una semana, en colaboración con el departamento de cultura de la zona. Para conseguir una plaza, sólo hay que escribir un mail contando qué es lo que haces, y un comité de expertos se encargará de evaluar tu propuesta. En contraprestación por ello, se requiere que, al final de la estancia, te reunas con una audiencia para explicarles un poco acerca del trabajo que has llevado a cabo. Pero además, si no resultas elegido/a, es probable que te ofrezcan un buen descuento por pasar unos días en este 'santuario', como lo llama Lund, que asegura que no hay lugar mejor para inspirarse
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