Hyperloop es una tecnología disruptiva en cuanto a los sistemas de transporte. Se trata de una serie de
cápsulas, al estilo de los vagones tradicionales de tren,
que viajan a través de tubos que comunican diferentes puntos geográficos y por los que transitan a
velocidades superiores a los 1.125 km/h.
Este ingenio permitiría recorrer grandes distancias en una fracción del tiempo actual para ello, y más rápido que hacerlo en avión, incluso. Se dice que es el tren del futuro, pero no es solo eso, ya que mencionamos además que es una
tecnología disruptiva: no solo nos hará viajar más rápido, sino que puede cambiar la realidad completa de un país, y nuestro modo de vida.
La idea detrás de
Hyperloop es ofrecer un transporte muy rápido a precios muy asequibles. Eficiencia energética, innovación y confort son tres de las características que vende este nuevo invento de Elon Musk, el padre de Tesla Motors. Para conseguir esto las cápsulas en las cuales viajarían los pasajeros o las mercancías serían propulsadas por levitación electromagnética, pasando a través de los tubos en los que apenas habría fricción del aire.
Esto permitiría alcanzar
velocidades supersónicas con un gasto de energía muy escaso, y así poder cubrir largas distancias en fracciones del tiempo actual de desplazamiento. Se habla de 55 minutos entre Sídney y Melbourne, cuando en coche son más de 10 horas, y en avión cuatro horas y media. Si extrapolamos a España, un trayecto Sevilla-Madrid llevaría algo más de media hora, mientras que el precio teórico del billete sería de unos 60 euros.
La tecnología tras Hyperloop es excitante, casi increíble, y surgen no pocas preguntas sobre la viabilidad del proyecto (económicamente, en temas de seguridad y también de sostenibilidad). Pero lo que realmente puede cambiar las cosas es que
Hyperloop nos proporcionará tiempo. Una persona puede vivir en Sevilla, retomando el ejemplo, ir a Madrid para una reunión, y volver a comer a su casa. Las distancias se acortarán de forma extrema, y por tanto la propia fisonomía del país cambiará.
Si el AVE nos permite cubrir ciertas distancias prácticamente a la par que el avión (si tenemos en cuenta el tiempo de embarque y salida del mismo y si no hablamos de distancias excesivamente largas) con mayor comodidad, con Hyperloop tardaremos todavía menos.
El proyecto tiene todavía mucho recorrido por delante, hay que desarrollar la tecnología necesaria, fabricar los tubos, las estaciones, las cápsulas… Existen muchos interesados, y en especial, los Emiratos Árabes unidos están detrás de lo que podría ser el primer recorrido real de Hyperloop: un trayecto de 120 km entre Dubái y Abu Dhabi que se cubriría en apenas 12 minutos.
En apenas unos años, entre 2021 y 2022, podremos comprobar si Hyperloop se hace realidad, si es seguro y si realmente es algo viable de construir a escala global. Mientras tanto, nos quedamos con que la idea puede revolucionar por completo el transporte de pasajeros.
Más información | Hyperloop One