El Parque Natural de Almería ofrece inigualables parajes paradisíacos, oasis en mitad de su desértico paisaje de pitas y chumberas. Playas de fina arena bañadas por tranquilas aguas transparentes de un color azul turquesa. Prepara sombrilla, bronceador, gafas de snorkel y bebida muy fría; llena el radiocasete con discos de Triana, The Doors y Pata Negra; vamos a recorrer de norte a sur las diez playas más recomendables de Cabo de Gata. Los meses de junio y septiembre son los mejores para veranear en Almería. Tendrás la temperatura suficiente para disfrutar de las playas de Cabo de Gata sin la aglomeración y las subidas de precios que vive en la temporada alta (julio y agosto). Y no olvides probar la jibia y las migas almerienses.
CALA SAN PEDRO (LAS NEGRAS)
La playa hippie por excelencia. Hay dos formas de llegar desde Las Negras: andando unas dos horas o yendo en lancha desde la playa. Si vas a pie evita las horas de calor, y si vas en lancha cuidado con qué empresa lo haces, que algunas son bastante impresentables: no cumplen con la puntualidad, mojan tu equipaje, no respetan las normas de seguridad...
Una vez en la cala, el viaje habrá valido la pena: agua azul turquesa, nudismo, hippies por doquier (los hay que viven todo el año allí en alguna de las casas abandonadas) y un bonito paseo hasta las ruinas del castillo pasando por el manantial de agua dulce, ideal para limpiarse la sal y llenar la botella.
LOS MUERTOS (CARBONERAS)
Playa de piedra especialmente aconsejada para practicar esnórquel. La parte más codiciada para plantar la toalla es la de la derecha, donde las caprichosas formas rocosas dan sombra parte del día. Su paisaje idílico solo se rompe con la vista, al norte, de la zona industrial de Carboneras. Hay que andar unos 20 minutos desde el parking (los fines de semana se pone a reventar) por un camino no accesible para sillas de ruedas ni carritos de bebé.
PLAYA DE LOS GENOVESES (SAN JOSÉ)
Una de las playas vírgenes de San José (pueblo de pescadores donde se alojan más turistas). La cantidad de visitas que recibe se debe seguramente –además de a su espectacularidad, a su agua cristalina y a su fina arena blanca– a que es la primera a la que se accede en coche. El parking es gratuito salvo en julio y agosto, meses en los que se regula la entrada. También se puede ir a pie, en bici o en bus. Allí se han rodado seriales western (
The rat patrol), películas (
El viento y el león) y hasta programas televisivos (
El campamento).
EL PLAYAZO (RODALQUILAR)
Playa de aproximadamente medio kilómetro a la que se accede andando por un camino de tierra desde el pueblo de Rodalquilar. Arena fina y bastante espacio en el que plantar la toalla. En su lado norte se puede divisar la Batería de San Ramón, antigua fortaleza renacentista habitada actualmente como residencia privada.
PLAYA DE AGUA AMARGA
Tiene los pros y los contras de cualquier playa situada junto a un núcleo urbano: puedes aparcar al lado, tienes todos los servicios (ducha, baños, papeleras...), pero va bastante gente. Si decides ir, puedes visitar en su lado derecho las cuevas excavadas en la roca que en su día sirvieron de viviendas. Y para comer pescadito frito, olvida los chiringuitos de la playa y camina 5 minutos hasta la terraza del bar La Plaza, situado en pleno pueblo.
ENSENADA DE MÓNSUL (SAN JOSÉ)
La playa más famosa de Cabo de Gata, siguiente en coche si dejamos de lado los Genoveses. Y es que su reconocible peñón ha sido musa para planos de numerosas películas, la más recordada
Indiana Jones y la última cruzada (sí, la escena en la que Sean Connery espanta gaviotas con su paraguas). También para secuencias de
La historia interminable o
Hable con ella y videoclips de Zaho (
Tourner la page) o Bisbal (
Ave María). Asimismo, su gigantesca duna (que invita a lanzarse rodando) inspiró un anuncio de Cornetto. El agua ofrece buen snorkel, y las formaciones volcánicas de sus alrededores algo de sombra y paredes para practicar búlder.
PEÑÓN BLANCO (LA ISLETA DEL MORO)
La playa más grande (400 metros) de este pequeño pueblo pesquero, ideal para pernoctar en el parking que hay poco más arriba si viajas en furgoneta o caravana. Hay quien dice que era la favorita de Antonio Flores, así que tal vez encontró allí la inspiración para componer la letra de
Cuerpo de mujer (“Puedo beber de la arena y la cal...”). Si vas a echar el día, acércate hasta el restaurante La Ola a tomar el aperitivo o reserva una de sus estupendas paellas.
CALA DEL PLOMO (AGUA AMARGA)
Su acceso algo complicado (hay que ir una media hora con el coche en segunda por un camino de tierra) no asegura que vaya a estar despejada la cosa: en temporada alta igual hasta te cuesta aparcar. Una vez llegas, playa idílica de aguas sosegadas y transparentes en la que hacer snorkel o canoa. Aunque si de verdad quieres tranquilidad, desde su parking puedes ir andando kilómetro y medio hasta la Cala de Enmedio, a la que solo se llega a pie o en barco.
CALA DE LA MEDIA LUNA (SAN JOSÉ)
La trilogía de San José se cierra con esta pequeña cala al final del camino, algo menos transitada por ser la última. Debe su nombre a su forma semicircular, e igual que Mónsul las rocas volcánicas ofrecen algo de sombra a los bañistas más madrugadores. Tal como las otras dos, carece de ningún tipo de servicio, así que llévate agua y lo que quieras comer y beber.
PLAYA DE SAN MIGUEL DE CABO DE GATA
En San Miguel de Cabo de Gata (población más meridional del parque, barriada en realidad perteneciente a Almería capital) encontramos esta kilométrica playa de finísima arena blanca y agua azul turquesa con alta dosis de sal que hace que flotes sin apenas moverte. Las corrientes del cabo hacen que el baño resulte aún más refrescante. Tiene varios restaurantes por si quieres probar los espetos, uno de ellos junto al viejo torreón de vigilancia. De camino, si te fijas, puedes ver a los flamencos rosados de la salinas. Al final de la playa encontrarás el faro y el Mirador de Las Sirenas (selfie obligado).
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