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Toneladas de desechos alcanzan las reservas naturales de Es Vedrá (Ibiza) y Cabrera
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La ausencia de gestión de residuos convierte playas del norte de África en vertederos
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Ecologistas advierten de la gestación de un continente de plástico al sur de Formentera
Todo comenzó el pasado jueves, cuando Daphne Tieleman y su marido, daban un paseo en lancha en las inmediaciones de la reserva natural de Es Vedrà, en la isla de Ibiza. De repente, una cantidad inusual de plásticos empezó a dificultar el avance de la embarcación. «Era toneladas, de todos los tamaños, ni siquiera se apreciaba hasta donde alcanzaba su extensión», explica Tieleman.
Con sus propias manos, ella y su marido empezaron a subir restos a la lancha, en su mayoría
bolsas de leche con la serigrafía en árabe y francés, hasta que a los pocos minutos ya no cabían más envases en su embarcación de cinco metros y medio. Cuando regresaron dos días después, la cantidad de plástico se había multiplicado por cinco, y se extendía mucho más allá del islote de Es Vedrá, por varios kilómetros de la costa de Ibiza, hasta depositarse en las playas más próximas.
Tras compartir la información en las redes sociales, muchos vecinos reconocieron los envases y aseguraban haberlos recogido en otros puntos al sureste de Ibiza. El marido de Daphne incluso escribió un correo electrónico a la localidad argelina de la que procedían los envases, pero sin obtener respuesta. El lunes,
la organización ecologista GOB confirmaba que la sopa de plástico había alcanzado el Parque Natural de Cabrera, en Mallorca. Y difundía las imágenes de las primeras consecuencias, una tortuga enredada en plásticos.
El biólogo del Consell Insular de Ibiza, Jaume Estarellas, confirmó que se trata de un fenómeno «tristemente habitual en esta época del año». A mitad del verano, dos semanas de vientos del sur y sudeste consiguen arrastran toneladas de basura sobre la superficie del mar durante los
250 kilómetros que separan Baleares de la costa argelina.
«Este año han sido envases de leche pero el verano pasado fueron
tetrabriks y bolsas de teléfonos móviles, todo con señas que indicaban que procedía de Argelia», explica Estarellas. En esa ocasión los desechos no llegaron al suroeste sino al sureste, en la costa de
Santa EulaliaLa organización ecologista mallorquina GOB confirmó ayer que en Menorca han empezado a verse también los primeros envases, y advierten de la presencia de
un continente de plástico, a pequeña escala del existente en el Pacífico, al sur de Formentera. «Está todo el año, solo hace falta un poco de viento del sur como el de estos días para que nos lo encontremos», se lamenta el portavoz del GOB Toni Muñoz.
Un estudio de
Jenna Jambeck, de la Universidad de Georgia, publicado en febrero por la revista Science, sitúa a Argelia como el
decimotercer país del mundo que más plástico arroja al océano. Las playas, explica, se han convertido en auténticos vertederos en muchas regiones por culpa de la desastrosa gestión de residuos llevada a cabo por las autoridades.
«Están haciendo un esfuerzo por mejorar pero lo cierto es que en estos países en los que se detecta cierto avance, la producción de residuos crece mucho más rápido que su capacidad para gestionarlos», apunta Toni Muñoz.
Sin embargo el activismo ecologista parece abrirse hueco en Argelia gracias a las redes sociales. Muchos han difundido en la red en los últimos dos años imágenes de playas convertidas en un amasijo de residuos en los que es prácticamente imposible ver la arena: 1.200 kilómetros de costa contaminados con envases vacíos, restos de vidrio, latas y colillas de cigarrillos.
El analista de Mercados
José Antonio Doñoso habla en su blog 'Vivir en Argelia' que los argelinos prefieren veranear en Túnez, donde las playas están limpias: «Hay playas de Argelia en las que existe un servicio de mantenimiento y de alquiler de espacio para tumbarse, y el grado de suciedad suele ser menor. También hay playas de acceso restringido, para uso exclusivo de determinadas personas, como militares y altos cargos. En estas al menos suelen limpiar cada día».
Billel Bakiri, presidente de la Asociación Argelina para la Conservación y Protección de las Costas, reconocía este año a la web France24 que en su país "la vida en el mar está desapareciendo", y culpa de la situación a la falta de educación ambiental, que tolera un comportamiento «antiecológico».
Los plásticos en el mar están afectando a fauna de todos los niveles, explican en el GOB, desde ballenas y grandes peces hasta mejillones y otros invertebrados, lo que implicaría que Argelia es uno de los peores vecinos posibles para la fauna de las islas. Algunas especies, como las tortugas, fallecen por acumulación de plásticos en el estómago e intestinos, mientras otras, especialmente las más pequeñas y filtradores, se ven afectadas por el efecto tóxico de algunos componentes de los plásticos, como el bisfenol A, y por el efecto de este material sobre determinadas partículas orgánicas y tóxicas, como los pesticidas (DDT, PCB).
Nabil Boubkeur, activista de la Asociación para la Promoción de un Turismo sostenible en Argelia, denunciaba en la web africana Afriquinfos sus infructuosos esfuerzos por la conservación de las playas. A pesar de que través de las redes sociales ha organizado numerosas limpiezas de voluntarios. "En ocasiones la administración ayuda con materiales, pero no sirve de nada si no se ataca el problema de raíz", lamenta. Asegura que los servicios comunales tiran las basuras en las orillas de los arroyos, luego acaban en el mar, y finalmente en las playas, donde florecen vertederos salvajes. En 2013 unos turistas difundieron las imágenes de un camión de basura municipal arrojando su carga en el torrente de un paraje natural, que dio al traste con los esfuerzos que trataba de demostrar el país en tratamiento de residuos.
El GOB estima que
el 80% de los residuos encontrados estos días en aguas de Baleares procede de fuera de las islas, pero reconoce que sigue existiendo un 20% que llega al mar lanzado desde embarcaciones recreativas, o pesqueras, o de transporte de mercancías y personas.
El grupo ecologista ha solicitado a la Conselleria de Medio Ambiente que traslade embarcaciones de limpieza al Parque Natural de Cabrera «para acabar con esta contaminación lo antes posible y el impacto ambiental no sea mayor». También el Consell Insular de Ibiza se ha pedido a la misma administración un refuerzo de limpieza por mar en las zonas afectadas.
"Esperemos que vengan pero si no vienen trataremos de organizar a través de la red una limpieza con voluntarios", apunta Tieleman.
Se calcula que a nivel mundial este año llegarán al mar del orden de
9 millones de toneladas de plásticos. Esta cantidad se incrementa cada año, y se cree que en 2025 será el doble.
fuente
todo con una buena educación, de como debemos respetar el planeta,,
muy triste tener que leer esas cosas