Estamos en plenas fiestas de San Isidro. Os subo una recetilla de rosquillas "tontas". Ahora mismo, además, están carísimas (estos días no las he visto más baratas que 25 euros el kilo) y por mucho menos las podemos hacer en casita. Además son de lo más sencillo de elaborar. Después os cuento cómo se hacen las "listas". No he podido hacer foto de las listas, me salió mal, pero sí de parte del proceso. Os lo diré al final y así también podéis hacerlas, si queréis.
Necesitamos 125 mg de aceite de oliva suave, y en él freiremos la cáscara de un limón durante un minuto. Lo apartaremos del fuego y lo dejaremos enfriar hasta temperatura ambiente. Después, tiramos a la basura la cáscara de limón.
Tostaremos en otra sartén dos cucharadas de anís en grano, durante un par de minutos, y las dejaremos también enfriar en un platito.
Cascamos y pesamos unos huevos. En total tienen que pesar aproximadamente 250 gramos.
Batimos en un cuenco los huevos con el aceite y los anises. Añadimos 125 gr. de azúcar, una cucharadita pequeña de levadura, y 500 gramos de harina, y amasamos hasta formar una bola.
Para que no se nos pegue a las manos, nos las untamos previamente con aceite.
Vamos sacando porciones, las amasamos un poquito más (cada porción), y formamos las rosquillas, haciendo un cilindro del grosor de un dedo, cerrándolo y pegando los extremos. Hay que colocarlas sobre papel de hornear y separadas, ya que adquieren volumen.
Finalmente, batimos un huevo para untarlas con una brocha.
Introducimos la bandeja en el horno, que estará a 200 grados, calor inferior y superior. Cuando veamos que se abre una grieta en las rosquillas, bajaremos el calor a 180 grados.
Esperamos a que estén tostaditas, y las sacamos del horno.
Para hacer las rosquillas listas, escogemos algunas de las "tontas" que hemos horneado y hacemos lo siguiente:
Preparamos (mientras están en el horno) un almíbar con un vaso de agua y uno de azúcar.
Estando las rosquillas aún calientes, las mojaremos en el almíbar y las dejaremos escurriendo sobre una rejilla. Más o menos así.
Mientras escurren, vamos a preparar una glasa.
Tomamos un vaso de azúcar glass. Es azúcar molida (con una picadora o un molinillo de café, o también podemos encontrarla en tiendas). Lo mezclamos bien con el zumo de dos limones y el almíbar que nos haya quedado de mojar las rosquillas. en templado pero sin quemarnos, y con las manitas bien limpias, sumergimos los dedos y vamos "duchando" las rosquillas, tal y como están sobre la rejilla, ya que las tenemos que dejar escurrir y secar también ahí. Podemos hacer dibujos sobre ellas, para que queden bonitas.
Ya os digo que me salió mal la foto de las "listas" pero os subo una de la red para que veáis cómo quedan. Os pongo varias fotos con varios "dibujos". Bueno, como véis, las hay más claritas o más amarillentas. Hay quien les añade también colorante amarillo (del que usamos para la paella), o esencia de limón, o un poco más de jugo de limón. Eso ya va en gustos. A mi me suelen quedar como la primera foto. De veras que lamento no ofreceros la imagen. En cuanto las haga otra vez, os la paso.