Rosquillas de azahar500 gr. de harina
180 gr. de azúcar
2 huevos (si son pequeños, usaremos 3)
100 gr. de aceite de girasol
1 cucharada de agua de azahar
2 cucharaditas de anisillos
1 sobrecito de levadura
Para freír y glasear las rosquillas: aceite de girasol y azúcar
Lo primero que haremos es freír el aceite. Para ello, lo pondremos al fuego, y en cuanto humee, lo apartamos y lo dejamos templar a temperatura ambiente.
Cuando el aceite ya esté templado, haremos la masa. Mezclaremos los huevos con el azúcar, y después iremos añadiendo el aceite, el agua de azahar, la levadura los anisillos y la harina.
Podemos sustituir el agua de azahar por anís, licor de naranja, zumo, etc.
Para amasar, nos untaremos las manos con un poco de aceite.
Formaremos una bola de masa y la dejaremos reposar más o menos media hora, cubierta con un paño.
Para formar las rosquillas, haremos un cilindro con las manos, y lo cerraremos en rosca, apretando los extremos para que se adhieran.
Con esta cantidad salen más o menos 15 rosquillas. Las dejaremos en una bandeja mientras calentamos el aceite para freirlas en una sartén honda.
El aceite debe tener una temperatura moderada, no muy caliente, porque las rosquillas necesitan unos cinco minutos para freirse y que la levadura haga el trabajo de hincharlas. Iremos volteándolas de vez en cuando, para que se frían por todas partes por igual. Cuando estén doraditas, las dejaremos escurrir unos minutos sobre un paño o papel de cocina.
En un cuenco dispondremos azúcar y bañaremos en ella las rosquillas ya fritas.
¡Tened cuidadito, aún están calientes!