Cómo salvar un pimiento asado

Salvar un pimiento
Ya que hoy me ha ocurrido, he querido fotografiarlo para que lo veáis.
A veces asamos pimientos y, bien porque no lo hemos dejado sudar lo bastante dentro del horno, o porque nos hemos enrollado al teléfono, (que ha sido mi caso) nos encontramos con que la piel ha quedado tan adherida que no nos vemos capaces de pelarlos. Hay un truco que permite extraer la carne, y aquí os lo dejo.
Partimos el pimiento por la mitad, extraemos el pedúnculo y las semillas, y lo extendemos sobre una tabla, con la piel para abajo.


Cogemos un cuchillo grande, y con el canto de éste, esto es, con la parte afilada hacia arriba, raspamos el pimiento con mucho cuidado, empezando por la parte más estrecha.



Con un poquito de delicadeza, conseguiremos que la carne se desprenda, quedando la piel sola sobre la tabla.



Acordaos de que debe hacerse con la parte NO afilada del cuchillo, pues de la otra manera cortaríamos la piel.

buen truco tay.., tambien me ha ocurrido a mí! y una se deja los dedos pelando