¡Más sangre! Usando una proteína (VEGF) que estimula el
crecimiento de vasos sanguíneos en la piel, científicos del Hospital
General de Massachusetts (EE UU) han conseguido que el pelo crezca el
pelo más rápido y más fuerte, incrementando su volumen hasta un 70%.
Según publicaban en la revista Journal of Clinical Investigation a raíz
de sus experimentos, aumentar el riego en el cuerpo cabelludo hace
crecer los folículos capilares y revierte la calvicie.
De los ojos al pelo. Un fármaco llamado bimatoprost y
usado desde hace algún tiempo para el tratamiento del glaucoma podría
combatir la calvicie, ya que consigue que el pelo humano vuelva a
brotar. Según han demostrado Valerie Randall y sus colegas d ella
Universidad de Bradford (Reino Unido), este medicamento, que ya ha
estado disponible como producto para alargar las pestañas, consigue que
el pelo crezca de nuevo en zonas con calvas.
Hormonas pro-calvicie. La alopecia androgénica afecta al 50% de los hombres en algún momento
de sus vidas y está vinculada a las hormonas androgénicas. Un fármaco
llamado finasterida bloquea la conversión de testosterona a
dihidrotestosterona, una forma de andrógeno que parece fomentar la
calvicie, además de hacer crecer la próstata de tamaño.
La caída normal. La
mayoría de las personas tiene alrededor de 100.000 pelos en la cabeza, y
normalmente entre el 10 y el 15% de ellos alcanzaron la fase de caída
del cabello (exógena), según publicaba hace poco la revista científica
Cleveland Clinic Journal of Medicine. En base a esto, lo normal es la
caída de entre 100 y 150 cabellos cada día. El problema surge cuando se
supera este número. Entre las causas más habituales destacan el estrés
fisiológico (por enfermedad crónica, fiebre alta o intervención
quirúrgica), el estrés emocional, y las carencias nutricionales, sobre
todo la falta de zinc o de hierro.
Si se te cae el pelo, cuidado con la próstata. Los
hombres que empiezan a perder parte de su cabellera al cumplir los
veinte podrían ser más propensos a desarrollar cáncer de próstata en la
vida adultas, según revelaba un estudio reciente publicado en la revista
especializada Annals of Oncology.
fuente