¡Cuidado! El efecto pigmalión incide negativamente en la conducta de los niños y adolescentes“Es muy tímido, es muy malo y desobediente, no se entera de nada, es pasivo”. Lo que pensamos, lo que decimos.
A veces no somos plenamente conscientes pero juzgamos y etiquetamos a los niños prematuramente, condicionando su comportamiento y produciéndoles unas heridas que,
metafóricamente, pueden llegar a estar sangrando durante muchos años si
no se reconocen y cicatrizan correctamente.
Es el llamado ‘efecto pigmalión’ de los padres sobre los hijos, o de los
profesores sobre los alumnos. Muchas veces se crean expectactivas o
prejuicios durante el proceso comunicativo con los más pequeños sin
tener en cuenta que
en el futuro pueden originar sentimientos, comportamientos o rendimientos no esperados y/o deseados, apunta Alba García Barrera, profesora de Psicología de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima).
En estas etapas los jóvenes se encuentran en pleno desarrollo físico,
psicológico y afectivo, por lo que son altamente vulnerables a la
influencia que puede llegar a ejercerse sobre ellos por medio de la
comunicación.
Es bastante fácil que, con nuestras palabras, afectemos al autoconcepto y la autoconfianza delmas informacion