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Tema: Sam, tócala otra vez, por favor. Lun Nov 26, 2012 7:24 pm
Casablanca, 70 años de una gran amistad
Siete décadas después de su estreno, la película de Michael Curtiz se ha convertido en un clásico imprescindible
Si ese avión despega y no estás en él lo lamentarás. Tal vez no hoy, ni mañana, pero más tarde, toda la vida”. “Tócala otra vez, Sam”. “Presiento que este es el principio de una hermosa amistad”. Tres frases para recordar una película redonda, una de las historias de amor más emblemáticas de la historia del cine, y el reflejo de un idealismo muy necesario en una época convulsa, que hoy cumple 70 años de su estreno.
En 1942, en plena II Guerra Mundial, Michael Curtiz dirigió una película que pretendía parecerse a la hoy olvidada Argel, la historia de un triángulo amoroso en el Marruecos de la ocupación alemana. El título, originalmente Everybody Goes to Rick's (Todo el mundo va a donde Rick), terminó por transformarse en Casablanca, ganadora de tres Oscar en 1944, el de Mejor Director, Mejor Película y Mejor Guión, a pesar del caos que envolvió su escritura a marchas forzadas, prácticamente al mismo tiempo en que se estaba rodando. Nadie sabía a quién elegiría Isla, interpretada por una Ingrid Bergman que se quedó a las puertas del premio de la Academia, pero no por su trabajo en Casablanca, sino en Por quién doblan las campanas, la adaptación de la novela de Ernest Hemingway.
El protagonista masculino, Humphrey Bogart, encarnando su prototipo de personaje cínico y cascarrabias pero con un gran corazón, compite con el idealista Paul Henreid, que sobre estas líneas se erige en representante de la resistencia al nazismo al ritmo de La marsellesa, en una de las escenas más emocionantes de la película. Los secundarios de lujo Claude Rains y Peter Lorre completaban el reparto.
Como guinda, la inolvidable banda sonora, As time goes by, interpretada al piano por Sam, Dooley Wilson, fiel acompañante de Bogart, el que mejor le conoce y el único que puede ver a través de su impasibilidad el daño irreparable que le causó Ilsa en París, ciudad del amor, donde se conocieron, se quisieron, y se separaron, hasta su reencuentro fortuito en Casablanca. Setenta años después, Sam, tócala otra vez, por favor.