Está considerado uno de los mejores cirujanos plásticos de España y no
tiene ni siquiera página web. Con una lista de espera de más de seis
meses, Enrique Monereo es el perfecto ejemplo de que la discreción es el
mejor aliado para un buen profesional. Asegura que el paciente es el
que mejor conoce sus defectos y que su trabajo consiste en escuchar y
asesorar. Consciente de que con el paso de los años mejoramos por
dentro, su labor consiste en intentar equilibrar el interior con el
exterior. Ha dicho muchas veces no, y lo seguirá haciendo, pues resume
con la frase de sus abuelos “lo mejor es enemigo de lo bueno” su
filosofía de trabajo…