Joseph Carey Merrick nació en Leicester, Inglaterra el 5 de agosto de 1862 y falleció en Londres el 11 de abril de 1890. También conocido como "El Hombre Elefante", se hizo famoso debido a las terribles malformaciones que padeció desde el año y medio de edad. Condenado a pasar la mayor parte de su vida enrolado en el mundo de la farándula, sólo encontró sosiego en sus últimos años de vida. A pesar de su desgraciada enfermedad, sobresalió por su carácter dulce y educado, así como por una inteligencia superior a la media que sólo pudo demostrar en sus postrimerías. Aunque todavía no se sabe con absoluta certeza, se cree que Joseph pudo haber padecido una grave variación del síndrome de Proteus, del cual podría representar el caso más grave conocido hasta el momento.
Joseph Merrick
Merrick, siempre bajo una mirada simplificadora e inocente, creyó que la causa de sus deformaciones procedía del ataque, durante una feria, de un elefante a su madre cuando ésta se encontraba embarazada de él.
"Vi la luz por primera vez el 5 de Agosto de 1862. Nací en Lee Street, Leicester. La deformidad que exhibo ahora se debe a que un elefante asustó a mi madre; ella caminaba por la calle mientras desfilaba una procesión de animales. Se juntó una enorme multitud para verlos, y desafortunadamente empujaron a mi madre bajo las patas de un elefante. Ella se asustó mucho. Estaba embarazada de mí, y este infortunio fue la causa de mi deformidad"
Desde un punto de vista científico, inicialmente se creyó que Merrick padecía filariasis, comúnmente denominada elefantiasis, y cuya causa es un gusano que actúa a modo de parásito. Sin embargo la filariasis es una enfermedad tropical que no tiene presencia en las islas británicas, y en ningún caso produce las graves deformaciones óseas que sufrió Merrick; por tanto se sabe que él no fue víctima de elefantiasis. Posteriormente se rediagnosticó el caso y se pasó a creer que padeció neurofibromatosis, también conocida como enfermedad del hombre elefante. Tiempo después también se descartó esta posibilidad, pues algunos síntomas característicos de la neurofibromatosis entran en clara contradicción con evidencias encontradas en el caso de Merrick. Actualmente, y de forma mayoritaria, la comunidad médica cree que la enfermedad que padeció fue una severa variación del Síndrome de Proteus. Aún así no se descarta que realmente se tratase de una enfermedad nueva, y de la cual Merrick tuviera el infortunio de haber sido el único caso registrado hasta ahora.
En el historial clínico del Royal London Hospital se describían así las deformaciones de Joseph Merrick: "... una enorme y deformada cabeza, la extremidad superior derecha y ambas extremidades inferiores muy torcidas, acentuando alargamiento e hipertrofia de la mayor parte de los dedos de la mano derecha, escoliosis y una pronunciada cojera en la cadera izquierda. Presentaba innumerables nódulos y masas papilares, a modo de coliflor, ampliamente diseminadas en la piel y tejidos blandos del cuero cabelludo, parte derecha de la cara, espalda, posaderas y extremidades. Del maximilar superior sobresalía una masa de hueso, creando una apariencia peculiar a modo de probóscide; esta masa había recidivado después de su resección a la edad de 20 años".
Merrick llegó a describirse a sí mismo de la siguiente manera: "Mi cráneo tiene una circunferencia de 91,44 cm, con una gran protuberancia carnosa en la parte posterior del tamaño de una taza de desayuno. La otra parte es, por describirla de alguna manera, una colección de colinas y valles, como si la hubiesen amasado, mientras que mi rostro es una visión que ninguna persona podría imaginar. La mano derecha tiene casi el tamaño y la forma de la pata delantera de un elefante, midiendo más de 30 cm de circunferencia en la muñeca y 12 en uno de los dedos. El otro brazo con su mano no son más grandes que los de una niña de diez años de edad, aunque bien proporcionados. Mis piernas y pies, al igual que mi cuerpo, están cubiertos por una piel gruesa y con aspecto de masilla, muy parecida a la de un elefante y casi del mismo color. De hecho, nadie que no me haya visto creería que una cosa así pueda existir".