El gato protagonista de esta historia caminó 19 kilómetros para regresar a su hogar desde la casa a la que le habían enviado. Sin embargo, al volver, los dueños lo entregaron a un refugio y solicitaron para él la eutanasia. Afortunadamente, los encargados de la institución se negaron a sacrificar a Toby y le mandaron a otro refugio, el SPCA de Wake County (Carolina del Norte, EEUU), donde fue puesto en adopción. El refugio ha anunciado esta semana que el gatito ha encontrado un nuevo hogar.
Según Tara Lynn, representante de SPCA, los antiguos dueños de Toby trataron de encontrar un nuevo hogar para el animal porque tenía problemas con los demás gatos de la familia.
Así, los dueños decidieron entregarlo a otra familia, que se encontraba a unos 19 kilómetros de la casa, pero Toby no tardó en regresar a su antiguo hogar. Fue entonces cuando la familia lo llevó al refugio.
Tara Lynn contó a la edición estadounidense del
Huffpost que desconoce el motivo por el que la familia solicitó la eutanasia para Toby, pero se alegra de que le llevaran al refugio en lugar de abandonarlo.
La historia de Toby se hizo viral a comienzos de abril, cuando SPCA escribió una publicación en Facebook contando que el gato finalmente había sido adoptado.
Lynn apunta que Toby es "muy simpático" y que se está adaptando perfectamente a su nueva vida. Al principio pensó que tendría que vivir en un lugar donde no hubiera más gatos; no obstante, ahora el gato está más tranquilo y no parece tener problemas con los demás animales con los que convive.
Además, Toby ha servido de inspiración a su nueva familia, que ahora se ha propuesto organizar un equipo para sacar a pasear a perros y donar los beneficios al refugio SPCA. El gatito incluso ya tienen su propia cuenta de Instagram, @a.cat.named.toby.
"Existen historias realmente horribles de cosas que hacen los humanos a los animales. Pero, al final, Toby está vivo y se encuentra feliz en su nuevo hogar", celebra Lynn.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao