La manicura también es cosa de hombres
Si cuidamos nuestro pelo y nuestra piel, ¿por qué no hacerlo con las uñas?
L
a estética masculina está viviendo años dorados desde que aprovechó el boom de la moda hípster que tanto bien ha hecho por el cuidado del cabello y de la barba, como se puede apreciar en el renacimiento del negocio de las barberías. Con ellas, otros salones especializados han surgido en busca de una oportunidad de negocio que cada vez es mayor. Tratamientos de depilación, del cuidado de la piel, los masajes o
la pedicura entre otros son ya servicios que un gran número de hombres conocen y contratan asiduamente. Sin embargo, hay un caso concreto que la opinión pública en general sigue asociando casi en exclusiva al género femenino: la manicura, la gran desconocida del mundo de la belleza masculina.
La manicura para hombres existe y hay que empezar a
desterrar la idea de que es algo únicamente femenino. Como bien explica Nilda Coronel, esteticista del centro especializado en belleza masculina Blackstone Madrid, “la manicura en hombres
a día de hoy es imprescindible. Las manos ásperas, las uñas desfiguradas y los padrastros mordidos ya no tienen cabida en la vida del hombre actual. Aquel que
incluye una rutina de belleza y mima su cuerpo también incluye el cuidado de sus manos”.
El aumento de hombres que la reclaman es un hecho. No hay un patrón definido sobre por qué se anima a contratar este servicio por primera vez, pero el perfil de usuario habitual sí que está bastante marcado. Según los especialistas del salón
The Madroom, suelen ser hombres de mediana edad que tienen generalmente trabajos de cara al público.
La demanda va en aumento y las expectativas de crecimiento son muy optimistas, al igual que con el resto de disciplinas de la estética masculina. De hecho, no solo existen centros de belleza que ahora añaden a su oferta tratamientos para hombres, sino que están proliferando los salones exclusivamente masculinos.
Aunque ambas son similares, la manicura masculina sí se diferencia de la femenina, sobre todo en detalles como el acabado y en los productos utilizados. Coronel explica: "la manicura femenina suele terminar con el esmaltado mientras que
la masculina acaba con una capa de tratamiento como el aceite de queratina o parafinas. Además, añade que los productos suelen ser diferentes, por aquello de no llevar una hidratante de manos con olores llamativos".
Una manicura masculina clásica
tiene habitualmente tres fases diferenciadas: en primer lugar, se cortan y liman las uñas, para después retirar o cortar las cutículas y acabar con un masaje de manos. Cada centro de estética tiene una oferta concreta, pero normalmente se ofrecen
diferentes tratamientos ajustados en tiempo, profundidad del mismo y precio para cada tipo de cliente. La que consiste en sólo cortar y limar, la que también consiste en retira o cortar las cutículas y se finaliza con un masaje de manos, y la que, además de todo eso, exfolia las manos para dejar libre de durezas y células muertas, aplica un tratamiento de hidratación tanto para las manos como para las uñas para dejarlas suaves y tersas. Esto último,
la hidratación, es un factor fundamental en la manicura masculina, ya que como afirman desde The Madroom, la manicura masculina requiere por norma general mayor hidratación que la femenina.
Si el tiempo del que disponemos para dedicárselo a la belleza no es mucho, no será un problema para la manicura ya que como máximo son tratamientos que
suelen durar 45 minutos. Además, tampoco es caro. El precio suele oscilar entre los 7 euros en el caso de los más básicos y 25 euros aproximadamente si uno elige los tratamientos más completos. Sobre la periodicidad, todos los expertos coinciden en que es conveniente hacerse el tratamiento cada 15 días.
La manicura es importante tanto por motivos de salud como estéticos. Las manos son en el caso de los hombres su carta de presentación, ya que siempre están a la vista y suelen llamar mucho la atención.
Nilda Coronel lo explica a la perfección: “las manos revelan nuestra personalidad y nuestra salud, por lo que tener unas manos saludables son sinónimo de una persona que cuida tanto su imagen como su salud, y no hay mejor forma de hacerlo que con la manicura”.
De nada sirve llevar una barba al detalle, un corte de pelo con navaja recién hecho, la piel perfectamente hidratada y un look en el que se mime hasta el último complemento, si lo primero que mostramos en público, las manos, están descuidadas.
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