Han pasado más de dieciséis años desde que Hong Kong fuera devuelta por los ingleses a sus verdaderos padres, y la ciudad sigue teniendo ese aire fascinante que la diferencia del resto de sus vecinas asiáticas. A pesar de su ascendencia china, la isla dista mucho de la rigidez y uniformidad de sus hermanas mayores Pekín y Shanghai, pero es también muy diferente a la supermoderna y controlada Singapur.
Hong Kong es sofisticada, amante del lujo, accesible, exuberante y algo salvaje. No ha perdido completamente la esencia "British" que dejaron sus antiguos ocupantes, y es precisamente en esa mezcla de factores en lo que reside su encanto.
Aquí te contamos
lo que no debes perderte si visitas Hong Kong en los próximos meses:
La Bahía de Hong KongUna de las vistas más difíciles de olvidar es la del perfil de rascacielos de la bahía de Hong Kong en las primeras horas del atardecer, mientras sus edificios van encendiéndose poco a poco en un festival de luces y letreros en inglés y chino. La mejor manera de apreciarlo es hacer el trayecto del Star Ferry, que sale cada 10 mins desde los embarcaderos de Central o Wanchai hasta Tsim Tsa Shui. Por poco menos de un euro, estas reliquias coloniales realizan el viaje en algo más de 10 minutos.
Es una de las atracciones que más permanecen en la memoria de quien haya visitado Hong Kong.
CentralEl distrito central de Hong Kong resume en un día entre semana la esencia de sus habitantes. El lujo de las boutiques de marcas europeas (Chanel, Cartier o Hermés entre otras) se alterna con las sedes de los grandes bancos, hoteles y empresas líderes de la isla. La vista desde las escaleras mecánicas que conectan las pasarelas elevadas con la calle es de miles de personas moviéndose a toda velocidad, camino de reuniones de trabajo en las que apuntalar el progreso imparable de la economía hongkonesa.
La comidaUn huevo de mil años cortado por la mitad
.Imprescindible disfrutar del delicioso
dim-sum, los pequeños bollos, generalmente de masa de arroz, rellenos de gamba, carne o verduras que se sirven con té hasta el mediodía.
El ruidoso City Hall, con sus empleados que pasean carritos entre las mesas con cestas de bambú para elegir,
o el sofisticado Man Wah del Mandarin Oriental, son dos de las mejores opciones.
El cerdo a la barbacoa o asado sobre arroz es otro de los platos típicos de la antigua colonia inglesa, que se vende casi en cualquier restaurante local y que destaca por su poca grasa y lo tierno de su carne. Finalmente, y para recordarnos que estamos en China, la cocina cantonesa ofrece
platos no aptos para escrupulosos: pies de cerdo, aleta de tiburón o los infames "huevos de mil años", que no son más que huevos de pato conservados entre uno y seis meses, con un aspecto decrépito y un sabor salado con regusto a amoniaco.
El mercado nocturno de Temple StreetProbablemente uno de los mejores lugares para empaparse de
la atmosfera más auténtica y local de Hong Kong. Echadores de cartas y otros adivinos se mezclan con cantantes de ópera china, artículos de imitación y vendedores de todo tipo de mercancía lícita y no tanto. El mercado abre diariamente de 4 de la tarde a 12 de la noche, y la mejor manera de llegar a él es en metro, parada Yau Ma Tei.
Lan Kwai FongEs aquí donde acuden después de trabajar los banqueros de inversión, gestores de fondos y demás ejecutivos de empresas de lujo que abundan en Hong Kong. La empinada cuesta de Lan Kwai Fong concentra bares a ambos lados y los clientes a menudo salen a la calle para acabar mezclándose con los del bar de enfrente. Los fines de semana puede ser difícil caminar entre ellos por la cantidad de gente que baila, bebe y se divierte como si no hubiera un mañana.
Senderismo en los Nuevos TerritoriosEs curioso como una de las urbes con mayor densidad de población del mundo tiene tan cerca estas vastas extensiones de naturaleza en estado puro. Desde el
Parque Nacional de Sai Kung, se llega a varias playas desiertas, ideales para una excursión de un día. La playa de
Tai Long Wan es de las más recomendables por su extensión y por el pequeño chiringuito que sirve comida y bebidas frías.
El China ClubToda una institución, favorita de los nostálgicos del pasado colonial de Hong Kong y de cualquier famoso de paso por la isla. Obra del todopoderoso Sir David Tang,
el China Club representa la quintaesencia del chic de Shanghái de los años 30. Una copa en el
Long March Bar o una cena en su restaurante llevan al visitante a experimentar todo el glamour que aún sobrevive en la isla. En la planta 15 se encuentran salas de juego privadas en las que se llevan a cabo partidas de cartas y de mah-jong, y la
fascinante biblioteca, visita imprescindible para románticos y amantes del buen gusto.
Las carreras de caballos en Happy ValleyHay pocas cosas que diviertan más a un hongkonés que apostar y es en el hipódromo de Happy Valley donde mejor apreciar esta pasión. Las carreras de caballos atraen cada miércoles entre septiembre y junio a cientos de jugadores, que enfervorecidos apuestan por sus equinos favoritos. Hay quien acude también a tomarse una copa en un ambiente diferente, en el que los caballos corriendo, los gritos de los aficionados, los focos de la noche y los rascacielos que bordean el estadio proporcionan un telón de fondo impresionante.
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