La nueva tendencia del turismo: desnudos en sitios arqueológicos

¿Te imaginas estar de visita en un sitio arqueológico, con milenios de antigüedad y de historia, y de pronto veas, justo en frente, a dos personas desnudas corriendo libres como el viento?  Pues hace un par de días, sucedió algo similar en las ruinas de Machu Picchu, en Perú: aquellas fortalezas que han sobrevivido a la Conquista, a los temblores, avalanchas de tierras y a masas de turismo.

Razón por la cual, las autoridades han reforzado la vigilancia en esta zona arquelógica. Sin embargo, esta no fue la primera vez que un par de turistas optaron por desnudarse en pleno sitio: hace dos años, dos viajeros fueron detenidos después de fotografiarse sin ropa alguna. De acuerdo con Ricardo Ruiz Caro, el director regional de cultura, anunció que se evitará a toda costa la repetición de estos eventos que amenazan la herencia cultural.

Sin embargo, el turismo nudista ha aumentado en los últimos años: personas de diversas partes del mundo sienten cierta urgencia por quitarse la ropa y capturar el momento de su aventura. Incluso, han llegado a publicar sus odiseas en blogs, YouTube o en redes sociales; hay una página en Facebook que colecciona fotografías de este tipo de turistas.

El resultado es una minoría que se autodefine como nudistas, quienes intentan expresar su libertad a estar desnudos como parte del respeto al medio ambiente y a la sociedad misma. De acuerdo con este grupo social, el desnudo público tiene la capacidad de trabajar problemas psicoemocionales, como la autoestima y la autoimagen; ya que, al percibir el desnudo, se puede naturalizar sin el carácter de provocación sexual. Muchos participantes de este grupo buscan que esta ideología sea respetada en el marco de los Derechos Humanos, por lo que su cese su persecución jurídica en cada país.

Por el otro lado, hay situaciones donde el turismo nudista, más allá de causar risa, realmente provoca la indignación tanto de habitantes como de otros turistas. Ya que se trata de una línea difusa y subjetiva del respeto hacia el sitio arqueológico y hacia las otras personas. Y aunque depende de las experiencias de cada persona, el presentarse desnudo ante un público que no lo busca, puede crear sensaciones incómodas o hasta grandes traumas psicológicos.

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