¿Qué es la adolescencia? Han crecido varios centímetros, les ha salido una ligera pelusilla en las axilas y les está cambiando la voz. Ya no son niños... pero tampoco son adultos.
Y sobre todo están inmersos en un torbellino de emociones que les hace ser rebeldes, curiosos, y cambiar de ánimo cada poco rato. Son adolescentes. Conocer en que consiste esta etapa de la vida ayudará a entenderlos mejor.
La adolescencia es un periodo de tiempo muy importante en el desarrollo del ser humano. Constituye una etapa de transición que termina con la “irresponsabilidad” de la niñez y da paso a la “responsabilidad” de la edad adulta. Es un proceso que viene marcado por multitud de cambios físicos y emocionales. Y sobre todo están inmersos en un torbellino de emociones que les hace ser rebeldes, curiosos, y cambiar de ánimo cada poco rato. Son adolescentes. Conocer en que consiste esta etapa de la vida ayudará a entenderlos mejor.
La adolescencia es un periodo de tiempo muy importante en el desarrollo del ser humano. Constituye una etapa de transición que termina con la “irresponsabilidad” de la niñez y da paso a la “responsabilidad” de la edad adulta. Es un proceso que viene marcado por multitud de cambios físicos y emocionales.
Delimitar el inicio y el final de la adolescencia no es fácil. Este periodo está precedido por los cambios físicos que se dan en la pubertad, pero se hace más evidente dos años después del inicio de ésta.
La adolescencia se agrupa en tres fases que duran cada una un promedio de tres años:
- Adolescencia temprana: de los 10 a los 13 años
- Adolescencia media: de los 14 a 16 años
- Adolescencia tardía: de los 17 a 19 años
La pubertad es un fenómeno netamente biológico y la adolescencia es la adaptación psicosocial a estos cambios corporales.
Los primeros cambios
Las edades en las que se suceden los primeros cambios suelen ser
- a los 10-11 años en las chicas
- a los 12 o 13 en los chicos
Hasta hace poco, los niños y las niñas crecían a una velocidad muy similar, pero en la actualidad se diferencian notablemente.
En las niñas, “el estirón” se inicia entre los 9 y 10 años, casi dos años antes que en los niños, y el proceso puberal finaliza a los 14 o 16.
En los niños los cambios comienzan a los 11 o 12 años y hasta los 15 o 16 no dejan de sucederse.
Ante estos datos, es lógico observar que una niña de 12 o 13 años parece casi una mujercita, mientras que un niño de su misma edad sigue teniendo un inequívoco aspecto infantil. A los 14 o 15 años los niños se “igualan” en el crecimiento y desarrollo de las chicas, pero hasta entonces, las primeras les llevan ventaja.
Desde un punto de vista biológico, la pubertad se inicia ahora más temprano que hace 100 años y, de hecho se sabe que la primera menstruación se ha adelantado algunos años.
No hay que olvidar que el momento de inicio del proceso de cambios físicos es variable entre unos y otros. Incluso, los distintos cambios físicos pueden sucederse en distinto orden. Por ejemplo, algunas niñas tienen antes el vello pubiano que el primer desarrollo de las mamas, pero otras ven crecer sus pechos antes que cualquier otra manifestación.
¿Un invento?
Muchos autores creen que la adolescencia ha tenido que ser “inventada” para poder situar en ella a los jóvenes-niños que aún no pueden incorporarse a la vida adulta, al mercado laboral. En realidad es un concepto que viene de la mano de la revolución industrial. A partir del siglo XVIII los avances industriales provocaron que se necesitaran menos personas para hacer el mismo trabajo, lo que hizo que muchos niños y adolescentes dejaran de trabajar para incorporarse a los estudios. Con el paso de los años se ha ido alargando la etapa de escolaridad y, con ello, de alguna forma, la adolescencia.
Pero a pesar de esta cierta “artificialidad” es indudable que se trata de un periodo de tiempo relativamente corto en el que los muchachos tienen que crecer, tomar muchas decisiones y adaptarse sin secuelas a todos esos cambios.
La etimología de la palabra adolescente es muy significativa: viene del término latino adulescens que significa crecer. Y es que en esta etapa de la vida tiene que realizarse un delicado proceso de individualización en el que el niño tienen que “separarse” de su familia para pasar a tener cierta libertad personal.
Se dice que la adolescencia supone la maduración de la personalidad y la búsqueda de identidad. Por eso, el comportamiento en la edad adulta dependerá en gran medida de cómo transcurra esta etapa.
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