TEN ESTO EN CUENTA
Ir a ver al nuevo integrante de la familia, al bebé de tu mejor amiga o al nuevo retoñito de tu cuñada es una experiencia que se disfruta muchísimo. Primero, porque no hay nada que alegre más una casa que un bebé y segundo porque te están invitando a que formes parte de ese momento tan especial. Eso sí, recuerda que en la habitación en la que estás a punto de entrar, hay dos personas que han pasado por mucho en los últimos días (por no decir meses) y cuya salud está particularmente delicada, así que hay algunas cosas que debes tomar en cuenta:
Visita cuando es apropiado: Durante las primeras 24 horas del nacimiento de un bebé, tu ausencia será más que apreciada. La madre está cansada y el bebé todavía no entiende qué pasa ni en dónde está, es un momento muy privado entre los padres y su hijo.
Mándale un mensaje al papá: Escribirle un mensajito de felicitaciones al padre del bebé, le hará sentir que estás pendiente y te preocupas, pero que entiendes que no se va a poder guindar a hablar por teléfono. La idea es que te conteste cuando pueda, recuerda que su prioridad son su esposa e hijo.
No extiendas tu visita: La idea no es que pases todo el día en la habitación como la nueva integrante de la familia feliz. No extralimites tu estadía porque hay otros tíos, amigos, primos, sobrinos y vecinos que quieren conocer a la criatura y la idea es que cada quien tenga su tiempo para compartir, sin que el cuarto se convierta en un gallinero.
Tampoco te aparezcas a las 9 de la noche: En tiempo de recién nacido, eso equivale a las 4 de la mañana. Por respeto al cansancio, vete a tu casa y vas otro día, más temprano.
Ve solo si estás sana: Si te dio gripe, fiebre o una tos rara hace una semana (y todavía no sabes con qué quitártela), abstente de pasarte por ahí. El sistema inmunológico del bebé sigue muy frágil y la madre está propensa a agarrar cualquier infección.
Prudencia con la hora de comer: Los bebés comen a toda hora, así que no es algo que puedas calcular, pero lo que sí puedes hacer es estar pendiente y si ves que la madre está lista para alimentar, le des su privacidad. Las mujeres no disfrutamos amamantar en público, pero es un mal necesario porque ustedes no se van y no vamos a dejar al bebé pasando hambre.
Ya tendrás tiempo para cargarlo: No insistas cuando está tan delicado y frágil que hasta a sus papás les aterra tenerlo en brazos. Cuando lo vayas a hacer, pídele permiso a los padres, lávate las manos antes y procura no ponerte perfume. Cuando los bebes están tan pequeños, son muy sensibles a los estímulos y solo reconociendo el olor de sus papás se sienten seguros, no lo opaques.
Nada de besos rojos en el cachete: Los químicos presentes en el maquillaje y un bebé recién nacido son una terrible combinación.
No des consejos: Calladita te ves más bonita y si son primerizos, todo el mundo, absolutamente todo el mundo les dio un consejo. Es tu momento de sonreír, asentir y decirles lo bello que es su nuevo bebé.
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