En el hogar se producen una serie de averías que nos provocan un gasto imprevisto. Pues bien, se puede evitar este hecho. Se trata de reparar por uno mismo las averías más habituales en la vivienda.
1º. El radiador tiene fugas:
Las fugas se producen por pequeñas fisuras en las tuberías. Hay que localizar el punto exacto, secar, limpiar la zona y lijarla. Para sellar la fisura se puede aplicar una masilla reparadora de secado rápido. Tras aplicarla en la zona dañada, se debe dejar que la masilla seque bien, lijar hasta igualar con el resto de la superficie y pintar con un esmalte anticalórico del color de la instalación.
2º. Filtraciones en la bañera:
Con un cúter se debe retirar la silicona sin rayar el esmalte. Luego, se tiene que limpiar secar la zona y aplicar otro cordón. Asimismo, para que la silicona entre y se pegue bien, se debe humedecer el dedo y pasarlo por encima. También es buen momento para hacer un cambio de bañera por plato de ducha, ya que ahora estos trabajos son más baratos y el ahorro de agua y un mejor acceso suele compensar el cambio.
3º. Un grito que gotea:
Puede provocar una pérdida de 30 litros diarios. Si el grifo es bimando, bastará con que los desmontes y cambies las gaomas; pero si es monomando, tendrás que cambiarlo completamente.
4º. Una ventana por la que entra aire:
Si lo que pasa es que no es hermética, se tiene que instalar burletes autoadheviso; hay que poner especial cuidado en ingletar los cortes de la esquinas. No obstante, si el problema es que las hojas se han descolgado por la utilización y el peso, solo habrá que apretar las bisagras con una llave Allen.
5º. Cisterna que pierde agua:
No resulta fácil saber donde está la fuga. Lo mejor es que se cambie todo el mecanismo. Hay que cerrar la llave del paso, levantar la tapa de la cisterna y usar una llave inglesa. Y en cada rocas que una piezas, se tiene que poner cinta de teflón.