La muerte del pequeño James Bugler causo gran conmoción en la sociedad
británica a comienzos de la década de los 90's. Jon Venables y Robert
Thompson de 10 años, llevaban días asechando la casa de Denise Bugler
con la intensión de secuestrar al pequeño James de tan sólo dos años de
edad. El plagio había sido infructuoso, pero ellos seguían esperando la
oportunidad.
El 12 de febrero de 1993 mientras que Denise y James se encontraban en
el centro comercial New Strand en Liverpool los niños Venables y
Thompson esperaban un sólo descuido de la madre para raptar al pequeño.
Todas las cámaras de vigilancia del centro comercial registraron cuando
el pequeño James fue sacado por dos niños de 10 años. Sólo bastaron unos
pocos minutos para que Denise no volviera a ver a su pequeño hijo.
Cuatro kilómetros desde el centro comercial hasta una retirada y
solitaria vía de ferrocarril fue llevado James, quien según 38 testigos
iba de la mano con Venables y Thompson asustado, llorando y con golpes a
nivel del rostro y la cabeza. Cuando llegaron al destino los niños
sometieron a Bugler a toda clase de torturas, desde golpes con ladrillos
en la cabeza, quemaduras hasta patadas en el vientre hasta matarlo. Ya
muerto fue colocado en las vías del tren y su cadáver fue hallado
mutilado.
Venables y Thompson fueron encarcelados, la opinión pública exigió
prisión perpetua pero el gobierno británico sólo los encerró hasta que
cumplieran la mayoría de edad. Actualmente están libres y tienen otras
identidades para no ser identificados.