¿qué es lo más importante a la hora de elegir pareja?En determinadas épocas de nuestra vida (especialmente durante la
juventud, aunque algunos durante toda su vida), dedicamos mucho tiempo y
esfuerzos a encontrar pareja. La psicología, como no podía ser de otro
modo, ha planteado varias teorías con el fin de explicar los factores
que entran en juego en la formación y el mantenimiento de una relación
de pareja. Algunos ejemplos son la
teoría de complementariedad (según la cual lo importante son los rasgos antagónicos pero
complementarios entre sí, de suerte que buscamos en el otro lo que
nosotros no tenemos), la
necesidad de afinidad (parecidos en la pareja que sirven a modo de reafirmación mutua), el
instinto de supervivencia y reproducción (satisfacer la necesidad de dejar descendencia pasa por encontrar con quién) o el
papel del refuerzo (buscamos a alguien que nos aporte satisfacción y beneficios,
incluyendo la experiencia de establecer un vínculo romántico y la
satisfacción sexual), sin olvidar los
factores sociológicos que
llevan a la formación de las parejas como pequeñas “sociedades” que
permiten una adecuada calidad de vida y la posibilidad de tener y
mantener la descendencia.
En todo caso, si nos preguntaran qué es lo más importante, la mayoría
de nosotros estaríamos de acuerdo en que el atractivo físico es un
factor básico, por lo menos en los primeros momentos de la relación.
Varios estudios así lo han demostrado, y según parece
todos tendemos en una primera fase a emparejarnos con quien consideramos que es la persona de mayor atractivo (el chico o chica “10”). El problema surge cuando, dado que
los demás también nos eligen en función de cómo nos ven de atractivos,
enseguida debemos ajustar nuestras aspiraciones hasta que encontramos a
alguien que nos acepta. Aquel que está en un nivel más alto recibe más
ofertas y puede elegir entre más opciones, mientras que los más bajos
son los últimos en ser elegidos. El resultado de todo este proceso es
que
acaban juntándose personas con atractivo físico más o menos similar.
Una vez superada en esa primera fase la importancia del atractivo físico, son muchos otros los factores que entran en juego. La
Universidad del Valle, la
Universidad Nacional Autónoma y la
UNITEC (Universidad Tecnológica), todas ellas en México, colaboraron en una
investigación con la que querían aclarar qué aspectos son los más
decisivos para la elección de pareja tanto en hombres como en mujeres.
Contaron con 145 voluntarios (76 hombres y 69 mujeres, con edades de
entre 18 y 25 años), a los que se pidió que completaran una
Prueba de Elección de Pareja con la que se evaluaban 11 factores que determinan la elección de
pareja. Entre estos factores se podía encontrar por ejemplo la
afiliación (satisfacción de la necesidad de vinculación con otros por medio de relaciones duraderas y cercanas), el
apoyo (necesidad de alguien para sentir seguridad, apoyo y comprensión), la
gentileza (búsqueda de alguien educado, atento, detallista, cariñoso, con sentido del humor y romántico), la
semejanza (características personales compartidas, como valores, capacidades o gustos), el
nivel sociocultural (nivel económico, posición social y ámbito cultural y académico) y la
admiración (sentir admiración y aprecio recíprocos por la pareja).
Los investigadores partían de la hipótesis de que los hombres están
más interesados por la relación y atracción físicas, la diversión y el
gusto por la aventura, mientras que las mujeres dan mayor importancia a
la amistad, las características intelectuales y la afectividad. Sin
embargo, los resultados indicaron que
en ambos sexos lo más importante era la gentileza, es decir, que los participantes
coincidían en preferir una pareja romántica, detallista, cariñosa y con sentido del humor. He de decir que a mí, cuando leí esto, lo primero que me vino a la cabeza fue el concepto de
deseabilidad social:
la tendencia que todos tenemos de quedar bien, decir lo que se espera
que debemos decir y dar una imagen más favorable de nosotros mismos. Así
que me surgen ciertas dudas respecto a la sinceridad de los
participantes.
Para las mujeres, otro factor también muy relevante era el apoyo, mientras que para los hombres este parecía ser secundario. Y
en ambos sexos resultó también que el nivel sociocultural era poco importante (aunque para las mujeres sí era algo más decisivo que para los
hombres). Respecto al sexo y el atractivo físico, los hombres decían
relegarlo a una importancia menor, mientras que para las mujeres estaba
aún más al final de la lista.
En resumen, los autores concluyeron que tendemos a buscar “
el
hombre que sea: educado, caballeroso, atento, detallista; y la mujer que
sea: tierna y cariñosa, donde los dos tengan sentido del humor y sean
románticos”.
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