Olympus es la montaña más alta del sistema solar y está ubicada en
Marte. Tiene unos
dos millones de años y se trata de un volcán extinto de
21,2 kilometros de altura y 540 km de ancho. La profundidad del cráter se encuentra a 3 km.
El Monte Olimpo es un volcán en escudo en forma de caldera, formado como
resultado de flujos de lava muy poco viscosa durante largos períodos de
tiempo, y es mucho más ancho que alto; la pendiente media del monte es
muy suave. En 2004, la sonda Mars Express detectó que los flujos de lava
en las pendientes del monte parecían tener sólo dos millones de años,
fecha muy reciente en términos geológicos, sugiriendo que la montaña aún
podría tener una ligera actividad volcánica.
Las islas Hawái son
un ejemplo de volcanes muy similares a menor escala, como por ejemplo
el Mauna Loa. El extraordinario tamaño del volcán se debe probablemente
al hecho de que Marte no tiene placas tectónicas. Por eso, el cráter
permaneció fijo sobre un punto caliente de gran actividad y continuó
vertiendo lava, dando al volcán unas dimensiones tan espectaculares.
Olympus Mons sería un lugar poco probable para el aterrizaje de las
sondas espaciales automáticas en un futuro próximo, debido a que el
volcán se encuentra en una de las regiones de Marte donde más abunda el
polvo en suspensión; de hecho, una capa de polvo fino cubre siempre gran
parte del terreno, ocultando el suelo rocoso (las muestras de roca
podrían ser muy difíciles de conseguir). También es probable que la capa
de polvo pudiera causar graves problemas de maniobrabilidad en los
vehículos de exploración
El Monte Olimpo se encuentra en la meseta de Tharsis, un terreno elevado
en la superficie marciana que contiene otras formaciones volcánicas.
Entre ellas hay una cadena de volcanes en forma de caldera más pequeños,
como es el caso de los montes Arsia, Pavonis y Ascraeus, los cuales son
pequeños en comparación con el Olimpo. La región que rodea
inmediatamente al Monte Olimpo es una depresión de 2 km de profundidad.
El
volcán está rodeado por una región conocida como la aureola, con
enormes gargantas y montañas que se extienden a 1.000 km de la cima, y
que muestran la evidencia de una antigua actividad glacial.