¿Quién no ha escuchado alguna vez la leyenda del flautista de Hamelín? Las ratas invadieron la ciudad de Hamelín en 1284, entonces, los
aldeanos del pueblo contrataron los servicios de un joven, que
hipnotizó a las ratas con la música de su flauta y los sacó del pueblo.
Ahora bien, esta historia podía repetirse nuevamente, pues
las ratas parecen haber invadido las calles del moderno pueblo de Hamelín, como sucedió hace varios siglos, según el relato de los hermanos Grimm.
Según la leyenda, el flautista los llevó hasta el río Weser, donde se
ahogaron. Solo que, una vez que se vieron libres de la plaga,
los avaros aldeanos no le pagaron el dinero acordado.
Aquel joven,
buscó la manera de vengarse, usando su
apreciada flauta. Esta vez encantó a todos los niños del pueblo, los
cuales no regresaron hasta los padres saldaron la cuenta pendiente,
según algunas versiones de la fábula.
En realidad, el pueblo de Hamelín, ubicado en la Baja Sajonia
alemana, últimamente ha tenido problemas con las ratas. Por ejemplo,
en 2008, los restos de comida y basura dejados en un campo a las afueras del pueblo
atrajeron a cientos de roedores.
Esta vez su presencia no pasó inadvertida, pues los
ratones mordisquearon los cables de electricidad que hacía funcionar una de las fuentes de la zona céntrica.
En buena medida, los turistas contribuyen a la propagación de las
ratas, pues lanzan restos de comida a los pájaros en los alrededores de
la fuente.
“
La tubería está rota, y la fuente es particularmente difícil de mantener“, dijo Weser Zeitug, del gobierno local.
¿Si estuviera vivo el flautista correría a ayudar al pueblo de Hamelín? Difícilmente, pues
el pueblo tiene mala fama: es “mala paga”, apunta Stephen Evans, corresponsal de la BBC en Berlín.