Los ladrillos de vidrio son elementos constructivos de gran resistencia y belleza. Son muy empleados para fines decorativos, pero sus cualidades físicas los convierten en excelente material para construir cerramientos externos.
Los ladrillos de vidrio son elementos constructivos fabricados completamente de vidrio. Este material posee características especiales que le dan solidez y resistencia a los esfuerzos de compresión y tracción que se aplican sobre muros.
La ventaja de estos elementos está en que proporcionan una entrada de luz natural, a la vez que ofrecen un cerramiento que cumple los requerimientos de otros cerramientos macizos.
Los ladrillos de vidrio pueden emplearse en paredes, suelos, techos, muros, ventanas, tragaluces, etc., ya sea en su presentación transparente o en colores. Estos elementos constructivos ofrecen un sinnúmero de posibilidades, se presentan en variados colores, tamaños, formas y texturas.
Las ventajas de estas paredes de ladrillos de vidrio están en su transparencia que deja penetrar la luz; en el aislamiento acústico y térmico que la cámara de aire que poseen en el interior les brinda; además de la elevada resistencia a las temperaturas altas y a los factores atmosféricos.
Aplicaciones de los ladrillos de vidrio:
Para levantar una pared empleando ladrillos de vidrio, primero debemos realizar un diseño para evaluar los requerimientos del proyecto. El diseño será diferente según el propósito del muro, un muro decorativo no tiene tantas exigencias como un muro constructivo. Paredes con ladrillos de vidrio
Para la construcción de muro de ladrillos de vidrio necesitamos algunos materiales y herramientas:
• Ladrillos de vidrio
• Metro
• Varillas de hierro
• Taladro
• Cemento y mortero
• Espátula
• Nivel de burbuja
• Esponja y trapo
A estos materiales podemos añadir separador universal, para reducir el tiempo de instalación, construir un muro curvo en caso de que sea un muro decorativo; los practicables y ventanillas de aluminio permiten establecer puntos móviles para ventilación.
Marcamos sobre el suelo la posición del muro. Pegamos la primera hilada con el mortero, colocando varillas verticales de refuerzo dentro del mismo. Dejamos secar bien antes de realizar la siguiente hilada.
Antes de colocar la siguiente hilera, colocamos las varillas horizontales sobre una pequeña capa de mortero. Las varillas están destinadas a reforzar las uniones y no deben tocar el vidrio.
Cuando finalizamos el muro debemos limpiar los excedentes, que retiraremos cuando estén secos pero no duros. Sellamos las juntas con cemento blanco o coloreado. Limpiamos nuevamente empleando un paño humedecido en agua jabonosa.