Una exposición en Viena, Austria, desafía nuestra actitud hacia la desnudez.
En Occidente, las personas están acostumbradas a
ver imágenes de mujeres sin ropa, pero los desnudos masculinos todavía
pueden sorprender. Antes de la inauguración, el museo incluso había
tapado partes del cuerpo varonil que aparecían en los carteles, diciendo
que habían causado indignación pública.
Lo primero que se encuentra uno cuando entra a la exposición, en el
Leopold Museum, son cinco estatuas de hombres desnudos sobre un
pedestal.
La más vieja es del antiguo Egipto y la más reciente está basada en un maniquí de escaparate.
Natter Tobias, director del Leopold Museum, explica que la sección inicial es un "recorrido por 500 años de historia".
"La exhibición le cuenta al visitante que el desnudo masculino en el arte tiene una larga tradición", comenta.
La muestra cuenta con una amplia gama de
estilos, desde pinturas de Peter Paul Rubens, Paul Cézanne, Edvard Munch
y del artista expresionista Egon Schiele, hasta obras más modernas y
sexualmente explícitas del fotógrafo estadounidense Robert Mapplethorpe y
los artistas Gilbert y George, de Londres.
Indignación Natter afirma que el museo está siendo innovador.
"Es muy raro que una exposición se centre en la
representación del desnudo masculino. Sorprendentemente, hemos tenido
muchas muestras relacionadas con el cuerpo femenino desnudo, pero hasta
ahora nunca hemos organizado una exposición sobre el desnudo varonil. De
alguna manera es un tabú."
"Por otro lado, vemos que el desnudo masculino está teniendo cada vez
más presencia en la sociedad contemporánea moderna. Ahora está en los
afiches, en los escenarios, está volviéndose cada vez más normal".
La imagen de una mujer desnuda se vez con una luz muy diferente a la de un hombre desnudo, dice Natter.
"Vimos con los carteles publicitarios de la
exposición que todavía hay una diferencia entre un cuerpo femenino y un
cuerpo masculino descubiertos. Esto marca una diferencia cultural que
todavía está presente y necesita que sea discutida con una exposición".
Uno de los afiches que anuncian la muestra era
una fotografía de tres futbolistas desnudos, realizada por los artistas
franceses Pierre et Gilles. Poco antes de la inauguración, el mes
pasado, el Leopold Museum dijo que había recibido tantas quejas que se
habían visto obligados a tomar medidas.
En algunos de los carteles decidieron poner una banda roja para cubrir las partes íntimas de los jugadores.
Más desafiante Pero Viena está llena de carteles de mujeres
desnudas o semidesnudas. La capital austriaca es conocida por su actitud
relajada hacia la desnudez. Tiene saunas y áreas para tomar sol mixtas.
Esto nos hace preguntarnos si los carteles realmente causaron
indignación.
Erich Kocina, del periódico
Die Presse, dice que el museo esperaba provocar controversia con los afiches, pero fue más allá y ofendió seriamente a algunos vieneses.
Es una mezcla: el 30% fue marketing y el 70% ira auténtica", añade.
"Creo que estamos a acostumbrados a ver mujeres
desnudas porque se utilizan como objetos de deseo en la publicidad y la
televisión. Los hombres desnudos no son tan comunes. No estamos
acostumbrados a ver un pene. Creo que es el principal problema de la
gente".
La historiadora del arte Eva Kernbauer, de la
Universidad de Artes Aplicadas de Viena, dice que los desnudos
masculinos han existido desde hace mucho tiempo, pero que la manera en
la que se ha representado a hombres y a mujeres sin ropa ha sido
diferente.
"Para decirlo de una manera sencilla, la
desnudez masculina está estrechamente vinculada a la fuerza, a la
invulnerabilidad y al heroísmo, mientras que la femenina lo está a la
belleza y al erotismo", explica.
"Además, la 'Venus púdica' fue creada en la
antigua Grecia, por lo que las representaciones de la castidad y la
desnudez femeninas están profundamente entrelazadas históricamente. El
desnudo de una mujer no amenaza en absoluto. La desnudez femenina es
vulnerable, ya que reconoce la mirada del espectador".
"Este modelo clásico sigue siendo fuerte hoy en día", añade Kernbauer.
"La desnudez femenina no es solamente omnipresente, sino que además no es amenazadora. La desnudez masculina es más desafiante".
"Esta última a menudo se vincula con la
exposición de órganos sexuales -el pene- y suele hacerse de una manera
que responde al modelo clásico de agresión y fuerza.
"Si bien el órgano sexual en sí mismo no
necesariamente tiene que aparecer como amenazante o agresivo, la
diferencia con el modelo dominante de la suave desnudez femenina es
grande".
Con todo, en una prolongada búsqueda por toda la
ciudad no he podido encontrar a nadie profundamente indignado por los
afiches de desnudos.
Un hombre me dijo cautelosamente que no "aprecia demasiado" las imágenes.
"Es provocativo, es verdad", comenta una mujer
llamada Eva. "Por otro lado, se busca volver a los viejos tiempos,
cuando la desnudez era bastante común (en el arte), así que creo que
deberíamos acostumbrarnos a ella".
Y a otros como Cecile, una turista francesa, le gustan los desnudos.
"Tienen buen cuerpo, son deportistas, no es como ver hombres feos y viejos con una gran barriga. Es agradable mirarlos".
Tienen buen cuerpo, son deportistas, no es como ver hombres feos y viejos con una gran barriga. Es agradable mirarlos"
Cecile, turista francesa
Los hombres desnudos no son tan comunes. No estamos acostumbrados a ver un pene. Creo que es el principal problema de la gente"Erich Kocina,
Die Presse